sábado, 25 de abril de 2009

(Para mami en su cumpleaños)

La primera vez


- Ya vas a cumplir tus 47. ¿cuándo piensas hacerlo?.- Sus amigas se lo venían diciendo hace tiempo, hasta su madre se lo recriminó.
Llegó a su cita con diez minutos de anticipación. Estiró las arrugas de su vestido en varias ocasiones, cruzo la pierna a uno y otro lado. No es que su apariencia le importara especialmente en esos momentos, total si de lo que se trataba era de quitarse la ropa.

El sitio no era especialmente bonito, no estaba a la altura de lo que le cobrarían por el servicio, pero en fin. Ahí estaba, recién duchada y maquillada con discreción.
Mientras espera, Olga se sorprende al ver a dos mujeres salir juntas, dar las gracias y acordar un nuevo encuentro. Le parece de mal gusto.
- ¿Olga Medrano?,- la mano de un hombre le indica el camino.
- Por favor, deje aquí sus pertenencias, estarán seguras.

Olga dobla con cuidado su vestido, entre los pliegues de la falda esconde su sostén, dejarlo a la vista le parece un descaro, además, su ropa intrior, no es precisamente de esa clase de lencería llena de encajes. La bata tiene una textura dura, las mangas son tan anchas, que puede ver parte de su pecho por ellas. “!Que tan costoso pueden ser unas batas decentes!" Resuelta sale del vestidor.

-Por aquí, por favor.
-¿Conoce usted el procedimiento?, ¿lo ha hecho con anterioridad?
- Es la primera vez,- dice Olga con indiferencia.
- Bien. Vamos a tratar que no le cause dolor ni molestias. ¿de acuerdo?

Al escuchar las recomendaciones e instrucciones dichas con tanta claridad y precisión,
Olga lo mira por primera vez a los ojos, “podría estar rayando los treinta y cinco” piensa mientras él, le muestra el aparato.

- ¿Me permite?,- y sus pechos quedan al descubierto... ella se ruboriza
- Recuerde que estoy aquí para ayudarla.

El hombre coloca la palma de su mano bajo uno de sus senos, como si transportara una temblorosa gelatina de leche. “Si no hiciera tanto calor, a lo mejor y su apariencia sería mas firme”, piensa avergonzada al ver su pezón distendido.


La máquina comienza a funcionar, una plancha de acrílico transparente baja y le presiona el seno derecho hasta hacerlo parecer tortilla de harina. De pronto,
sin avisar, un joven entra ,sin hacer comentarios retira una placa fotográfica y en su lugar coloca otra, Olga alcanza a ver como la observa por rabillo del ojo, con más curiosidad que interés. “Que repertorio de tetas deben estos dos”.

Estoica, no emite sonidos, ni de dolor ni de ningún otro tipo, se limita a dejarse hacer el pecho izquierdo por aquellas gentiles manos.

Cuando el medico esta cerca, su mente la traiciona “mejor bailamos papito”...
Bueno, después de todo, ¡era su primera vez!


Rodríguez Quirarte Gabriela abril 16, 2009

No hay comentarios: